Metro 2034 by Dmitry Glukhovsky

Metro 2034 by Dmitry Glukhovsky

autor:Dmitry Glukhovsky
La lengua: por
Format: mobi, epub
editor: lelivros
publicado: 2015-09-24T03:00:00+00:00


***

La muchacha parecía tan incapaz de llorar como de reír. Pero quizá sólo fuera porque le faltaban las fuerzas.

Por fortuna, las afiladas zarpas de la monstruosidad no la habían herido. La bestia la había golpeado tan sólo con la planta de la pata. Pero, con todo, había pasado un día entero inconsciente. El médico le había asegurado a Homero que su vida se hallaba fuera de peligro. El viejo no le había contado sus propios problemas de salud.

Sasha —durante el tiempo que llevaba inconsciente, Homero se había acostumbrado a llamarla así— recostó de nuevo la cabeza sobre la almohada. El viejo volvió a la mesilla, donde le aguardaba un bloc de notas con noventa y seis páginas, abierto. Agarró el lápiz con la mano y reanudó su redacción en el mismo lugar donde antes se había interrumpido para velar por la muchacha gemebunda y enfebrecida.

«… Pero, entonces, una caravana se retrasó. Y tardaba tanto que sólo era posible una explicación: habían sufrido un imprevisto, un percance terrible, contra el que nada habían podido los escoltas, a despecho de su pesado armamento y su experiencia en el combate, ni tampoco las buenas relaciones con la Hansa que tanto mimaban.

La intranquilidad no habría sido tan grande si hubieran dispuesto de algún medio de comunicación. Pero la línea telefónica que los conectaba con la Hansa, también había sufrido algún problema, no habían podido hablar con ellos desde el lunes anterior, y el destacamento que habían enviado en busca de la avería había regresado sin encontrar nada.»

Homero levantó los ojos y se sobresaltó. La muchacha estaba detrás de él y miraba sus garabatos por encima del hombro. Daba la impresión de que la curiosidad fuera lo único que le permitía sostenerse sobre sus piernas.

El viejo, avergonzado, cerró el bloc con la cubierta hacia arriba.

—¿Estás esperando la inspiración? —le dijo la joven.

—Estoy en el comienzo —murmuró Homero.

—¿Y qué sucedió con la caravana?

—No lo sé. —Empezó a dibujar, con mucho esmero, un marco para el título—. Aún falta mucho para que la historia termine. Acuéstate, tienes que descansar.

—Pero ¿serás tú quien decida cómo termina el libro? —le respondió ella, sin moverse de donde estaba.

—En este libro no se cuenta nada que dependa de mí. —Homero dejó el lápiz sobre la mesilla—. Yo no pienso lo que tiene que ocurrir. Simplemente voy escribiendo lo que sucede.

—Entonces, lo que depende de ti es mucho más todavía —dijo la joven, pensativa—. ¿Yo también salgo?

Homero sonrió.

—Iba a pedirte permiso.

—Lo pensaré —le respondió ella, muy seria—, ¿Para qué escribes ese libro?

Homero se puso en pie para poder hablarle cara a cara. Desde su última conversación con Sasha, había tenido claro que la juventud y la falta de experiencia de la muchacha producían una impresión equivocada. Parecía que en la extraña estación de donde la habían recogido cada año contara por dos. La joven no respondía tanto a las preguntas que el viejo le formulaba en voz alta como a todas las cuestiones que éste no llegaba a expresar. Y en todo momento le planteaba cuestiones que él no sabía responder.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.